jueves, 16 de febrero de 2012

Ves como se marcha tu alegría...

Ya te avisé de que yo sin tí no sería nada, pero pareció ser que quisiste comprobarlo, que por eso mismo ahora me has dejado.
Bien, parece que es mi turno, es el momento en el que la chica buena que la acusan de mala entra en acción. Pues muy bien, entraré si es así como lo deseas.

Ahora los días que pasan son eternos, mi alma llora por dentro, no sirve de nada vivir sin alegría, por que sin ti no soy nada. Te lo he dicho día y noche, pero tu no me haces caso y no haces nada por evitarlo. Como en todas las historias de amor, llegó ese momento crucial en el que tú dices: "Quiero dejarlo", y mientras tú ligas con otra yo me muero consultando con mi almohada.

¿Te parece justo? A mí no, porque sé que eres malo, y que te da igual que yo esté llorando por tí...
Me he dado cuenta que yo para tí no soy nada, y tampoco lo era, solo era un simple juego, una marioneta que podías mover a tu antojo.

Pues quiero decirte, que eso acabó... Como la llama que se apaga por la brisa gélida.


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